Alina Villareal – Especialista de trituración

En el año 2018, Alina Villarreal se unió a Cobre Panamá como especialista de trituración, sin tener experiencia previa en minería. Sin embargo, la empresa se comprometió a brindarle una formación integral, convirtiendo su inexperiencia en un conocimiento valioso. Alina se sintió afortunada de ser parte de un equipo que no solo valoraba el desarrollo profesional, sino que también apostaba por el crecimiento de sus empleados. En sus inicios, el departamento de trituración contaba con entre 70 y 80 personas, un grupo diverso que incluía trabajadores de diferentes regiones del país: colonenses, chiricanos y bocatoreños, todos unidos por un objetivo común.

La mina no solo representaba una fuente de empleo, sino que también se convirtió en un motor de desarrollo para la comunidad de Donoso y sus alrededores. La actividad minera trajo consigo un aumento en la economía local, con un flujo constante de personas que pasaban por la zona, lo que ayudó a descentralizar la actividad económica y mejorar la calidad de vida de los habitantes. Sin embargo, el 28 de noviembre de 2023, la realidad cambió drásticamente. La noticia del cierre de la mina impactó a todos, y el ambiente de optimismo se transformó en incertidumbre. Alina, junto con sus compañeros, se vio obligada a enfrentar una nueva realidad: de un equipo de 70 a 80 personas, solo quedaban alrededor de 12 para manejar la preservación de la planta en el área de trituración. La reducción del personal no solo afectó a los trabajadores, sino que también tuvo un efecto dominó en la comunidad.

Todas estas personas volvieron a sus hogares, de donde vienen, y el desempleo llegó a esta zona.

La mayoría de los empleados que habían llegado de diferentes partes del país, y que perdieron su trabajo, tuvieron que regresar a sus hogares. El desempleo se disparó en la zona, y muchas familias que antes dependían de los salarios de la mina se encontraron en una situación precaria. Alina observó cómo la comunidad, que había florecido gracias a la actividad minera, comenzaba a desmoronarse. El impacto del cierre fue profundo. Las personas que habían trabajado arduamente para mantener a sus familias ahora se enfrentaban a la dura realidad de la búsqueda de empleo en un país donde las oportunidades eran escasas. La migración hacia la ciudad capital se convirtió en una opción para muchos, pero la capital ya está saturada, y la llegada de más personas solo agrava la situación. Alina se preocupa por sus compañeros y por la comunidad en general.

¿Qué hacen las personas? Migran otra vez a la ciudad capital, y a la capital no le cabe ni un alma más.

La historia de Alina, y su experiencia en Cobre Panamá, es un reflejo de la lucha de muchas personas que vieron cómo su vida se transformó gracias a la minería. La empresa no solo les ofreció un trabajo, sino también la posibilidad de crecer y desarrollarse en un entorno que valoraba su esfuerzo. Sin embargo, el cierre de la mina dejó a muchos en una situación vulnerable, y la comunidad de Donoso se vio obligada a enfrentar las consecuencias de una decisión que afectó a miles de vidas. A pesar de la adversidad, Alina se mantiene firme en su creencia de que la minería responsable es posible. Ella sabe que la empresa ha trabajado arduamente para implementar prácticas sostenibles y minimizar su impacto ambiental. Sin embargo, la desinformación y la falta de comunicación sobre las actividades de la mina han contribuido a la percepción negativa que existe en algunas partes de la comunidad. A pesar de los desafíos que enfrenta, Alina sigue creyendo en el potencial de su comunidad y en la posibilidad de un futuro mejor. La minería, cuando se realiza de manera responsable, puede ser un motor de desarrollo y bienestar para las comunidades locales. Sin embargo, es fundamental que se tomen medidas para garantizar que las voces de los trabajadores y las comunidades sean escuchadas y que se priorice el bienestar de las personas.